La artista fue custodiada por un grupo de guardaespaldas que se encargaron de rodearla para que no se la puede ver en absoluto. ¿Cómo lo hicieron? Armados de grandes paraguas negros que solo permitieron ver muy poco de la artista.

De la ídola del pop solo se pudo ver algunos detalles de su look súper relajado: de buzo con letras blancas, jogging y zapatillas deportivas. Todo en negro y a tono con el hermetismo con el que se manejó su arribo a nuestro país.

Taylor Swift ya está en la Argentina y su legión de fanáticos está cada vez más cerca de cumplir su sueño. La estadounidense arribó pasado el mediodía al aeropuerto de Ezeiza, donde en un estricto operativo de seguridad bajó del avión y se dirigió a la combi que la llevó al hotel. Mientras tanto, en los alrededores del Más Monumental continuaba la vigilia que comenzó hace meses, y entre banderas, pancartas, vinchas y las especiales pulseras, las swifties aceleran los minutos para que su ídola salga al escenario del Más Monumental para sus conciertos del 9, 10 y 11 de noviembre.

La cantante presentará su The Eras Tour, la gira con la que se propone cambiar la historia de la música, al menos en lo que va del siglo XX, con recaudaciones que superaron los mil millones de dólares y un documental estrenado en cines de todo el mundo. Y desde que el avión partió con destino a Ezeiza, sus fans están atentos a cada uno de sus movimientos, mientras desde el entorno de la cantante todo se desarrolla en el más profundo hermetismo.

Taylor partió desde Nueva York en un avión privado, y realizó una escala en la Costa Este de los Estados Unidos para levantar a parte de su familia y seguir viaje con destino a Buenos Aires. Una vez en Ezeiza, permaneció unos 40 minutos dentro del avión en la terminal exclusiva para vuelos privados, mientras su equipo realizaba los trámites migratorios correspondientes y descargaba el equipaje.

En sus primeras horas en el país, la cantante evitó mostrarse en público. Bajó las escaleras del avión a paso raudo y con un paraguas cubriendo su rostro. La misma táctica utilizó para circular por el interior de la terminal y para abordar la camioneta que la llevó a su estadía porteña. Esta vez la ayudaron integrantes de su staff de seguridad, que la rodeaban abriendo sus propios paraguas para reducir la visibilidad de las cámaras y los fans que aguardaban a la estrella.