Cuando el féretro estaba aún dentro de la Casa Rosada, un grupo de fanáticos enfervorizados se metieron al palacio de Gobierno y generaron un momento de altísima tensión.

Fue ahí, a partir de lo que contaron Ángel De Brito, Connie Ansaldi y Beto Casella, que el abogado habría sido el encargado de resguardar el cajón con el cuerpo de El Diez a un lugar seguro. ¿Cuál era el riesgo? “No se llevaron el féretro por esto”, indicó Beto, haciendo referencia a que la horda estuvo muy cerca de sacar el cuerpo hacia la Plaza de Mayo.

“Burlando dijo que lo tuvo que cargar él al cajón de Maradona", señaló de Brito ante la mirada asombrada de sus colegas. “Si lo ve Diego se vuelve a morir”, comentó Connie, muy picante.

Sin creer de todo en la versión, aunque sin desmentirla, Casella aseguró que “Burlando se auto-adjudica las grandes hazañas”.

En ese marco, las fuerzas de seguridad tuvieron que desalojar la Rosada y suspender el evento para evitar el desmadre total. Finalmente, todo derivó en una procesión desde ese lugar hasta el cementerio donde Diego descansa hasta el día de hoy.