Sasha de 19 años y Malia de 22 son las dos hijas de Obama, quien fue el primer presidente afroamericano electo en la historia de Estados Unidos, se unieron a las protestas que se desataron después de la muerte de George Floyd, cuando vídeos en las redes sociales mostraron a Derek Chauvin, acusado por la muerte del afroestadounidense al asfixiarle por colocar su rodilla en el cuello; este hecho que sigue conmocionando al país y el mundo.

Obama señaló que al participar en las manifestaciones lo hicieron con ‘poca orientación de su padre y madre’ pues ellas "tenían un sentido muy claro de lo que estaba bien y lo que estaba mal y su propia agencia y el poder de su voz y la necesidad de participar", dijo.

Ambas encontraron la forma de involucrarse en las manifestaciones y el activismo que vieron en los demás jóvenes durante el verano. Obama agregó que sus hijas no hicieron esto para ser el centro de atención de los medios de comunicación y manifestantes, “estaban muy en modo organizador", enfatizó.

Asimismo, el exmandatario de 59 años señaló que "no podría haber estado más orgulloso de ellas”, pues se han desviado de la atención desde que el Obama terminó su periodo en la Casa Blanca y decidieron que unirse a las protestas, era lo correcto.

"Son un reflejo de su generación en el sentido de que quieren marcar la diferencia y piensan en sus carreras en términos de: ¿Cómo puedo tener un impacto positivo? ¿Cómo puedo mejorar el mundo?", sostuvo. "Creo que los caminos particulares que tomen para hacer eso van a cambiar y variar entre las dos", indicó el exmandatario.