LOS AMORES INTENSOS DE TRAVOLTA CON MISMO FINAL

Novedades 06 de noviembre de 2020 Por Ma. Emilia López
Actor, sex simbol, millonario, hombre deseado y admirado, con romances intensos y muy dolorosos.
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Diana a la izquierda, Kelly (ultima esposa) a la derecha.

El día que John Travolta conoció a Diana Hyland, solo era un actor joven con una carrera que se preveía brillante pero todavía no, ella ya era una actriz consagrada. Habían sido convocados para protagonizar el dramón televisivo El chico de la burbuja de plástico. La película narraba la historia un niño nacido sin defensas inmunológicas que crecía en una habitación de plástico y se enamoraba de su vecina. Travolta era el protagonista y Diana, la elegida para ser su madre. Algo creíble ya que él había cumplido 22 y ella, contaba 40.

La leyenda dice que entre toma y toma comenzó la atracción. Él le contó que era un muchacho de Nueva Jersey, con cinco hermanos, un padre que vendía neumáticos y una madre actriz y profesora de actuación. Ella le confió que era una chica de Ohio, que obtuvo su primer papel a los 19 años en el Robert Montgomery presenta. “En el 55, un año después de tu nacimiento”, agregó,

“Nunca estuve más enamorado de nadie en mi vida. Pensé que había estado enamorado antes, pero no. Desde el momento en que la conocí me sentí atraído. Éramos como dos maníacos hablando todo el tiempo en el set de Bubble. Después de un mes se volvió romántico”, contó alguna vez el hombre de los ojos de cielo. Es que John, el ídolo de las adolescentes hasta ese momento había vivido amoríos pero ningún gran amor. Esos amores que no cambian el gran mundo pero sí tu mundo. Hasta que llegó Diane.

No oyeron el “Podría ser tu madre”, y mucho menos el “podía ser tu hijo”. Tampoco el “Se va a cansar enseguida”, que le profetizaron a ella ni el “Te vas a aburrir pronto”, que le adivinaron a él. Nada les importó porque sabían lo que importaba: se amaban. 

Unas horas antes de la cena navideña de 1976 Diane se empezó a sentir mal. Fue a una consulta médica. El diagnóstico fue durísimo: cáncer de mama, el tratamiento una mastectomía urgente.

La enfermedad estaba muy avanzada y la ciencia mucho más no pudo hacer. En unas semanas el cáncer consumió su vida. John abandonó sin dudar la filmación para quedarse junto a la mujer que amaba. La sostuvo de su mano mientras agonizaba, la acompañó con su amor tangible y su dolor encapsulado para que pudiera irse en paz. Diana falleció el 27 de marzo de 1977, lo último que vio fue a ese hombre que la miraba con los ojos más hermosos y tristes del mundo

Kelly Preston, distinto amor, el mismo dolor

“De repente, lo vi aparecer al otro lado de la habitación, caminando hacia mí con aquella actitud, con sus dos perros… y pensé: ‘Ya está’”. Así contó Kelly Preston cómo se enamoró a primera vista de Travolta cuando lo conoció, en 1987, en una prueba para una película.

El actor volvió a mostrarse enamorado. Luego de cuatro años de novios se casaron en el Hotel Crillon de París, el 5 de septiembre de 1991.

Por años, Kelly tuvo que soportar los continuos rumores acerca de la sexualidad de su esposo. Pero ninguno de estos rumores pudo con el amor de esta pareja. Hasta que otra vez la vida decidió pegarles donde más duele. El matrimonio tuvo tres hijos: Ella, Benjamin y Jett.

Cuando Jett cumplió dos años descubrieron que padecía la enfermedad de Kawasaki, un síndrome que causa la inflamación de los vasos sanguíneos de todo el cuerpo. En 2009, Jett, que había cumplido 16 años, sufrió un ataque de epilepsia mientras se bañaba y falleció. Tras su muerte, Travolta y Preston fundaron la Jett Travolta Foundation, una organización benéfica para ayudar a chicos con necesidades especiales

 “Feliz aniversario para mi maravillosa esposa”, escribió Travolta en Instagram cuando cumplieron 28 años de casados. “Para mi querido Johnny, el hombre más maravilloso que conozco. Me has dado esperanza cuando me he sentido perdida, me has amado pacientemente e incondicionalmente... me has hecho reír más que cualquier otro ser humano... has compartido las más hermosas subidas y los tiempos bajos”, le respondió ella.

 La fatalidad o lo que sea que maneja nuestras vidas volvió a golpear a Travolta. Ahora era Kelly, como en su momento fue Diana, la que se debía enfrentar a un cáncer de mama. Durante dos años, Kelly le hizo frente a la enfermedad. Y así como enfrentaron rumores en silencio, le presentaron batalla al cáncer sin cámaras ni luces. El 12 de julio de este año, Kelly falleció. Tenía 57 años.

Desde entonces no se lo vio en eventos, no dio entrevista ni se embarcó en nuevos proyectos. Haced un tiempo en las redes subió un video casero donde se lo ve bailando con su hija “en memoria de mamá”. 

Cuando la muerte dos veces te arrebata a la mujer amada seguramente repetirás “No sé quién le lava la ropa a Dios, pero sí sé que el agua sucia nos la bebemos nosotros”.

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