DIEGO MARADONA CERCA DE LOS 60 Y UNA CRISIS FAMILIAR.
El sábado 17 estaban en su vivienda sus hijas Gianinna -que había ido de visita- y Jana -más presente, se queda a dormir allí-, su ex Verónica Ojeda con su hijo Dieguito Fernando, y los habituales colaboradores del Diez. En un momento Maradona quiso tomar vino ,según cuentan los presentes, hecho que desencadenó en una disputa verbal que fue subiendo el tono y que terminó con el grito final de Diego “echándolos a todos de ahí”.
Gianinna le reprochó a su padre sus deseos de tomar alcohol ,pidiéndole que no lo hiciera por su salud, él se ofuscó y comenzó una discusión en la que todos opinaban a favor y en contra de tal ingesta hasta que el dueño de casa terminó el debate alegando: “tengo 60 años y hago lo que quiero”. Acto seguido, dijo que no quería una fiesta de cumpleaños de ningún tipo y que estaba “harto” de que todo el mundo se meta en su vida.
Bajando los ánimos, Gianinna se marchó dando un portazo, Verónica también se fue al rato y Jana pernoctó en la vivienda.
En el medio, una cocinera apodada Monona ,madre soltera con un hijo, soporta que todo el mundo le dé ordenes a su paso; aunque su fastidio apunta sobre todo a Ojeda, quien “se hace cargo de la casa como si fuera suya”.
Todos los que rodean a Maradona forman parte de una “tribu” bastante variopinta, cuando lo que en realidad preocupa es la salud del Diez. “Maradona no tiene problemas con la bebida”, afirman pese a los rumores y a los propios dichos de su médico. Lo que nadie puede asegurar es cómo será, el festejo del cumpleaños de Diego en cinco días. Todos apuntan a que a la larga irá “cayendo gente al baile” y el que quiera pasar a saludar será bien recibido. Aunque en estos días puede ser que terminen armando la reunión “imposible” : Maradona y sus hijos, todos juntos, aunque sea para la foto.