LUCHAR CONTRA LOS PROPIOS DEMONIOS

Espectaculos 19 de octubre de 2020 Por Ma. Emilia Lopez
Los problemas de salud mental serán la principal causa de discapacidad en el mundo en 2030. Una de cada cuatro personas tendrá un trastorno mental a lo largo de su vida. Los artistas sufren como cualquier ser humano. La diferencia es que sus vidas están expuestas constantemente
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Alguien que ha sufrido frente a las cámaras es Demi Lovato. Era una nena cuando apareció en la tv norteamericana como parte del staff de Barney y sus amigos. Fue protagonista de dos producciones de Disney y sacó su primer disco en 2008. A los diez era una niña prodigio y a los 18 entró por primera vez en una clínica de rehabilitación por su adicción a las drogas. Tuvo otros diagnósticos además de la adicción, que van desde trastornos alimentarios hasta trastorno bipolar. Mientras a la vista de todos crecía, engordaba, adelgazaba, se enamoraba y se separaba, Demi también maduraba y hoy con 28 años es una activa militante por el cuidado de la salud mental. Aprendió a aceptarse a sí misma y ayuda a otras personas que lo necesitan.

 “Sabía desde muy joven que algunos de mis comportamientos eran un problema. Cuando era bulímica, sabía que era un problema. Cuando era anoréxica, sabía que era un problema. Pero no estaba en condiciones ni siquiera de dejar de fumar por mi cuenta”. Fue en 2010 que abandonó la gira de sus entonces amigos los Jonas Brothers y decidió abocarse a su recuperación.

Otra talentosa que había ido modificando su comportamiento frente a la vista de todos, pero algunos años antes, fue la cantante irlandesa Sinéad O´Connor. Todo empezó a ponerse raro cuando el 3 de octubre de 1992 rompió una foto del entonces Papa Juan Pablo II ante millones de televidentes de Saturday Night Live. El clásico de la comedia es uno de los pocos programas en vivo de la televisión estadounidense y sus responsables no tenían idea de que iba a terminar así su show, de modo que terminaron disculpándose.

“No hay absolutamente nadie en mi vida excepto mi médico, mi psiquiatra, el hombre más dulce del mundo, que dice que soy su héroe, y eso es lo único que me mantiene con vida en este momento. ... Y eso es algo patético. Toda mi vida gira en torno a no morir y eso no es vivir. Y no voy a morir, pero, aun así, esta no es la forma de que la gente viva”.

En la actualidad se hace llamar por su nombre musulmán Shuhada Sadaqat, y a los 53 años sigue batallando con sus problemas y le sigue buscando la vuelta a su trastorno límite de la personalidad, una afección mental que se caracteriza por un patrón continuo de estados de ánimo y comportamientos inestables.

Otro caso es el de Wilson tiene 78 años y lleva más de 50 lidiando con un trastorno bipolar y una depresión maníaca leve. En 1984 fue diagnosticado como un esquizofrénico paranoico, luego de que los médicos encontraran evidencia de daño cerebral por el uso prolongado y excesivo de drogas psicodélicas como el LSD. “No es ningún secreto que he estado viviendo con una enfermedad mental durante muchas décadas. Hubo momentos en los que era insoportable, pero con los médicos y los medicamentos he podido vivir una vida maravillosa y saludable y productiva con el apoyo de mi familia, amigos y fans que me han ayudado en este viaje”, le dijo el músico a Forbes el año pasado. Sin vueltas, el artista se abrió: “He estado luchando con cosas en mi cabeza y diciendo cosas que no quiero decir, y no sé por qué. Es algo con lo que nunca me he enfrentado antes y no podemos resolverlo todavía”.

Lindsay Lohan , Paris Hilton y Britney, son otros casos similares, en donde las celebrity debieron hacer frente a sus " propios demonios", enfermedades mentales y pàtologias , las cuales aun siguen sin resolverse. 

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